Al más puro estilo afuerino para recibir autoridades nacionales paso este 5 de Abril, fecha que enorgullece a los maipucinos de corazón por librarse la batalla que decidió el año 1818 la Independencia Nacional. Filtros para ingresar al tedeum termina con un final donde “timbran la mano” a los que acceden al Santuario, actitud por lo menos indigna y que pedía algo similar para el ingreso a las DISCO de los año ‘90, sin considerar que estamos en el siglo 21, donde lo menos indecente era una pulsera. Otro tanto, en medios oficial municipal señalaba que se conmemora 205 años del abrazo de Maipú y en ningún caso la batalla que sello de la Independencia de Chile o el triunfo ante los vencedores de los vencedores de Bailén.
Sin duda que los cerebros municipales no tuvieron mejores soluciones que las de las DISCO del ‘90 para que dirigentes, personalidades comunales pudieran acceder al tradicional Tedeum del 5 de abril, que este año conmemoraba una de las batallas más sangrientas en la lucha por la independencia el año 1818.
205 años que quedaran en la retina de las mamas que esperaron pacientemente en la puerta de acceso oriente hasta las 11:30 para ocupar una de las sillas ubicadas en el costado norte de la explana del Templo Votivo con el fin exclusivo de ver desfilar a su hijos, que integraban las delegaciones de diversos colegios que fueron citados para desfilar en esta conmemoración.
Sin duda y es necesario, que ante la visita de un Presidente de la República a estos actos ciudadano – castrense se deben tomar todas los resguardos de seguridad, pero no al extremo de humillar a quienes año a año concurren a honrar con honor a los caídos y con gloriar a los victoriosos de esa batalla que dio paso a la libertad de Chile y América.
Estuve en la ceremonia militar del año 1974 cuando el ejército entregó el Templo al arzobispado, plena dictadura en sus tiempo más duros; luego un 5 de abril con altos jefes militares, dos o tres presidentes en ceremonias religiosas, la primera y segunda visita de Papas a nuestro país y nunca fue tan humillante el acceso como ahora, pero lamentablemente nos estamos acostumbrando.
Por último, los filtros fueron de personal municipal, que no revisaron ni las mochilas, y a no desquitarse con la guardia presidencial que tiene su forma especial de evaluar tanto visual como tecnológicamente el acceso a las cercanías del Presidente.