Esta madrugada, 13 de enero de 2021 falleció Leopoldo Soto Navarrete luego de una larga enfermedad, jubilado de Carabineros, convertido en maipucino por el amor. Su cuerpo mortal está siendo velado en la capilla del Hospital de Carabineros, institución que lo acogió gran parte de su vida. Tras la misa de rigor, saldrá el jueves 14 de enero el cortejo rumbo a su última morada, en el Cementerio Parque del Sender hasta que Dios lo determine.
Leopoldo Enrique Soto Navarrete (Q.E.P.D.), falleció a un mes de cumplir sus 80 años, conocido y respetado por las antiguas generaciones del Maipú tranquilo, sin smog, solo con dos industrias contaminantes, donde se podía dejar la bicicleta apoyada en un árbol mientras compraba en un negocio y circular sin problemas a las 02:00 de la madrugada por las calles más oscuras de la comuna sin problemas; un Maipú que no solo respetaba la policía de Carabineros, sino que eran amigos y parte de la familia maipucina.
“El Paco Soto”, como lo conocían popularmente, sin ánimo despectivo que asumía, al igual que una gran generación de Carabineros que conocían a gran parte de la gente de Maipú que no sobrepasaba los 80 mil personas, incluido parte de Cerrillos actual y Las Rejas Sur, actual Estación Central.
Recordado como uno de los primeros policías de Tránsito, dirigiendo el tránsito en las cuatro esquinas que marcaba la Plaza de Maipú, en esa época un triángulo frente a la única Casa Consistorial que ha tenido Maipú, con alcaldía, sala de regidores, dependencias municipales, Juzgado de Policía Local y el recordado Registro Civil.
Atento cuando había problemas, pero más recordado en la salida de los colegios, donde resguardaba el libre paso para los estudiantes maipucinos y maipucinas de ese entonces.
Su paso al bigote negro y después al blanco mostraron sus diferentes etapas en la vida, siendo uno de los primeros en conocer los diferentes lugares en que se emplazó la 25ª Comisaría trasladada de la antigua 19 frente al Peumo.
Amigo de los vecinos aún en los tiempos duros de la década del 70ª, viviendo gran parte de la vida en Calle Carmen Luisa Correa, detrás de primera Cía. de Bomberos lugar donde vivió su vida junto a su esposa y vio crecer a sus hijos, luego de vender la propiedad se fue a vivir en los últimos tiempos a la villa El Abrazo de Maipú.
Las condolencias a la familia, su esposa Carmen Salamanca, con quien se casó cuando tenía 24 años y extensiva a sus hijos Richard, Elizabeth, Nancy y Constanza.
Feliz viaje al mundo celestial, amigo “Paco” Soto, “Sotito, Soteli”, mi Cabo Soto, luego Sargento y mi Suboficial Soto, allá llegaras con tu imborrable sonrisa y seguir cuidando a tu familia desde las alturas y mirando como arreglar esta comuna para que volviera ser la misma, como conversamos hace algunos años.
