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Esta noche es Nochebuena y mañana Navidad, esas sencillas palabras indican la llegada el HOMBRE que cambio el mundo, al menos hoy la tercera parte del mundo que se considera cristiano o seguidor de Cristo.
La fecha del nacimiento puede ser otra luego de las modificaciones del calendario Juliano que nos sirvió hasta el año 1582, año en que el Papa Gregorio XIII ajustó el calendario para corregir las imprecisiones del calendario juliano, que precisamente afectaba la fecha de Pascua. Para ello, el Papa creo una Comisión de Astrónomos que realizaron el cambio basándose en un año de 365.2425 días, con años bisiestos cada cuatro años
En esa implementación hubo que saltarse diez días (del 4 al 15 de octubre) para corregir el error, adoptándose este calendario primeramente en España, Portugal e Italia. extendiéndose gradualmente por el mundo católico y luego por el resto.
Esto que parece algo normal, indica la importancia del Cristo en un mundo que, por tener más poder, tratan de negarlo y hacerlo insignificante ante la ferocidad que invade al globo terráqueo por quienes lideran países, comunas y partidos políticos.
Aún así la Navidad persiste, a pesar que se ha convertido en un tema comercial y de endeudamientos para cumplir con las normas que impone la sociedad, pero no es así y lo refleja que el hijo de dios nace en un humilde pesebre de Belen, pudiendo Dios haberlo hecho de otra forma.
Se rodeo d ellos más necesitados, de los que querían ser escuchados, que quien les daba una esperanza y fue combatido duramente por el PODER de ese entonces.
Las cosas hoy no han cambiado referente a los que tiene el PODER, pero el amor de Navidad persiste en el seno de las familias, allí donde no penetra el poder externo, la fecha en que nos contamos en la mesa navideña y enviamos una oración por quienes ya partieron rumbo al Palacio Celestial, con la conformidad cristiana .
Los problemas se superan con trabajo, amor y respeto al prójimo, eso vino a enseñarnos Jesús y aunque falta mucho para ello, es lo que mantiene la fortaleza de las personas con menos recursos.
Siempre hay una Navidad en el corazón…¡Feliz Navidad!









