Estimado Director
No tengo posibilidad -ni quiero, de poder- para votar (pertenezco al PS), sin embargo -espero esperanzado- que Gabriel Boric se imponga en las elecciones primarias del domingo 18 de julio.
Los últimos 30 días han demostrado conductas disruptivas y francamente contradictorias (desleales con sus socios) entre los candidatos Jadue y Boric. Daniel Jadue ha dejado de manifiesto -cuando se le aparta del guion, del ensayo previo y es interpelado fuera de maqueta- una fragilidad abismante de su discurso (radicado en una suerte de inclusión vacua a per se, sin expresar como, cuando, donde, de qué forma, de qué manera, a quienes, con quienes, en qué manera, con prelación, evaluación previa, forma de evaluar, requisitos de ponderación, habilitación básica, etc., etc.); una ignorancia (ignorancia generalizada) sobre los contenidos específicos de su programa de gobierno; pero -y por sobre todo- un déficit de honestidad, lealtad, pundonor y respeto por aquellos que, siendo sus socios estratégicos, no trepida en criticar, denostar y denunciar =aunque sea sobre una mentira, datos inexactos o simplemente alejados de la realidad=, bastando posterior a ello, decir que se comunicó telefónicamente para explicar esos dichos…. y que todo continúa normal y dentro de los parámetros de “una competencia entre opciones válidas y legítimas”. Lo que omite decir y no explica, es que LAS IMPUTACIONES FALSAS ATRIBUIDAS A SU CONTENDOR (como, por ejemplo -sostener- que gracias a Gabriel Boric existen presos políticos en nuestro país) se realizaron en los medios de comunicación masiva (señales abiertas).
Estas fueron recogidas, publicadas, comunicadas, replicadas e informadas por los canales de televisión en sus informativos habituales del medio día, de la tarde, en la noche, al día siguiente, en el matinal; y de esa misma manera, re-emitida en las señales on-line e internacional. Se supone, …. que de imponerse en las primarias del próximo domingo 18 de Julio Daniel Jadue, el derrotado Gabriel Boric, junto a todos sus movimientos, partidos, organizaciones autónomas, firmas reunidas de adherentes y articulaciones independientes de la sociedad civil, debieran sumarse, incorporarse y ser un poderoso activo electoral al servicio de la =esta vez oficial y en las grandes ligas= candidatura de Daniel Jadue (no del PC), a la presidencia de Chile.
Pero los grandes desafíos y tareas -aquellos épicos y titánicos que requieren de convicciones y mística más allá de lo posible- son realizables cuando la conducción de quien encarna esos desafíos se identifica plena y cabalmente con su pueblo, cuando ellos, ese pueblo convertido en electores -sin necesidad de saberlo- tienen la certeza de que EL SACRIFICIO Y DESVELO, LA CONFIANZA DEPOSITADA, EN DEFINITIVA, LA FE DE JUGARSE TODO POR DICHA OPCION, estará garantizada -incluso con la propia vida- de ser necesario (en dicho aspecto Salvador Allende es irremplazable, irrepetible e inimitable). Luego de observar las conductas, dichos y actitudes de Daniel Jadue; ¿Qué podríamos esperar de sus socios? -derrotados, ninguneados y evaluados como activos utilitarios- al servicio de un proyecto del que nunca fueron parte, en el que simplemente eran una ficha más -la necesaria e indispensable- para legitimar la conducta amplia, integradora, renovada, ética, honesta y refundacional del Partido Comunista en la construcción de un nuevo Chile.
George Orwell, ni en sus momentos de mayor lucidez y fecundidad literaria -jamás- hubiera imaginado que “el Partido Político más anquilosado, conservador, costumbrista, dogmático, tareista, mesiánico cual UDI, excluyente con quienes disienten de él, democrático solo con aquellos que comparten su visión de democracia, sectario, militarizado y con un fuerte y arraigado componente de copamiento y penetración de las organizaciones civiles de la sociedad; el Partido Comunista de Chile, sería quien se atribuyera en gran parte -EL DESPERTAR PREVIO- y -POSTERIORMENTE- la conducción de una propuesta POST OCTUBRE DE 2019.
Humildemente, por motivos de comprensión cronológica de mi razonamiento, y de justicia y rigurosidad histórica (probablemente quede “al debe”), hago mención solo a hechos y episodios de los cuales he sido parte o me ha correspondido vivir, ver u observar;
- El Partido Comunista de Chile no participo en la Asamblea de la Civilidad;
- No fue parte de la campaña para LLAMAR, CONVENCER Y MOVILIZAR AL PUEBLO DE CHILE PARA INSCRIBIRSE EN LOS REGISTROS ELECTORALES;
- C) No llamo a votar por el NO en el Plebiscito de 1988 (bastante tarde implemento su campaña NO HASTA VENCER);
- D) No concurrió al acuerdo que posibilito el Plebiscito para redactar una nueva Constitución; E) No quiso concurrir y ser parte de un ACUERDO GENERAL PARA PRESENTAR LISTAS UNITARIAS DE CANDIDATOS A CONSTITUYENTES; y finalmente;
- F) IMPUSO SU VOLUNTAD DE REALIZAR PRIMARIAS PRESIDENCIALES SIN LA PARTICIPACIÓN (AMPLIA) DE TODO EL ARCO DE FUERZAS POLITICAS DEMOCRATICAS. El estallido social de masas de Octubre de 2019, tuvo en su interior -filosóficamente hablando- un crisol (al decir de Clodomiro Almeyda) compuesto de una combinación de extrañas teorías, estilos y visiones antropológicas inéditas de tendencias Trotskistas, Bakunianas, de la Comuna de Paris, del asalto a la Bastilla, entre otras múltiples combinaciones de las teorías políticas clásicas, y al mismo tiempo NO TUVO ABSOLUTAMENTE NADA DE NINGUNA DE TODAS ELLAS.
A mi juicio, el centro detonante de aquella implosión fue -justamente- un reclamo por romper con lo establecido; la manifestación del hastío -hasta el cansancio- de constatar que ninguna persona, dirigencia, autoridad, institución, grupo u organización, que formara o fuera parte del sistema político, administrativo y/o económico del País, estaba indemne de ser responsable por el desamparo e ignomia que estaba siendo sometido, desde los tiempos más inmemoriales, el pueblo de Chile (el pueblo de Chile, aunque no sea una conducta o situación visible de buenas a primeras, siempre ha sido mancillado en sus derechos absolutamente igual, idéntica y similar al calvario soportado por el pueblo Mapuche…… -piénsenlo-)
Esa responsabilidad por los aprobios, injusticias, abusos, violaciones, perturbaciones, indefensión, influencias indebidas, asociaciones ilícitas, alegatos de pasillo, favoritismo, administración torcida de la justicia, desafección e indolencia que las personas comunes y corrientes sobrellevan diaria y cotidianamente, son responsabilidad de todos los actores hábiles, y obviamente, la vara de la medición no excluye a nadie -ya sea por acción o por omisión-.
La soberbia expuesta por Jadue y su partido (ese aire de superioridad moral tantas veces manifestada, esa facultad de calificar quien es de izquierda, quien es revolucionario, de qué manera se es consecuente o entreguista, la fogosidad para tratar de engullir la disidencia, la facilidad para descomprometerse), los nuevos aires que ventilaron a la sociedad chilena post octubre de 2019, reclaman justamente lo contrario a la opción adoptada por el Partido Comunista.
Jorge Garrido Salazar.