Muchos piensan que por el hecho de vivir en democracia, estamos protegidos y esta es la solución a todos nuestros problemas, esa es la sensación que mucha gente tiene después de vivir en dictadura.
Pero la verdad es que nuestra democracia está en jaque por qué tenemos una casta política que está convencida que sus cargos son vitalicios, que no importa que roben, porque cuando se niegan a legislar, nos están robando a todos los Chilenos, que sin asco en el pasado financiaban sus campañas políticas con el dinero de los empresarios y después, ahí si, legislaban para salvaguardar los intereses de aquellos que los financiaban. Hoy han legislado para que el Estado les financie sus campañas metiéndole otra vez la mano al bolsillo de todos los chilenos.
Tenemos una clase política que pertenecen a partidos políticos con nexos con el narcotráfico, que certifican a una masa de sinvergüenzas para que cobren pensiones como exonerados políticos a costa, nuevamente del bolsillo de todos los chilenos.
Tenemos una democracia en jaque, frágil y vulnerable por qué estos mismos políticos después nombran a los Comandantes en Jefe de las FF AA y todos sabemos lo que allí a acontecido, votan para nombrar jueces en la Corte Suprema, votan para elegir el Fiscal Nacional quien debe cumplir el rol del persecutor de los delitos y la corrupción en nuestro país, pero que primero debe hacer lobby con ellos para ser electo.
Necesitamos políticos que sean capaces de dictar leyes que contengan el narcotráfico de manera efectiva ya que este está envenenando a nuestra juventud y luego comenzará a corromper las instituciones en nuestro país, como ya ocurrió con los jueces en Rancagua.
Para proteger nuestra democracia necesitamos gente proba, no políticos a los cuales les proveemos de autos, celulares y asesores para que después nos expliquen que aprueban proyectos de ley sin leerlos, caso medidores, o propongan proyectos de ley sin hacer estudios, de si estos tendrán efectos positivos o negativos en la sociedad, como el proyecto de las 40 horas. No necesitamos una clase política compuesta por ignorantes que para dibujar el cero necesitan un vaso, no necesitamos legisladores con un discurso populista y políticamente correcto.
Hoy nuestra democracia está en jaque y también nosotros como ciudadanos tenemos una responsabilidad con ello, no podemos seguir siendo apáticos con lo que acontece en nuestra sociedad y el rol que juegan los políticos en ella, nuestra apatía es el seguro que tienen para seguir haciendo mal su trabajo, debemos llevarlos a cambiar de actitud o desecharlos como legisladores cuando no están a la altura del cargo que ostentan y en ello la ciudadanía tiene un rol preponderante que cumplir y lo debe hacer antes de que sea tarde.