Sr. Director.
Este jueves 08 de septiembre, recién pasado, a partir de las 18:20 hrs, recibí en mi WSP, una serie de mensajes de un conocido político de derecha. Estaba muy molesto por una de mis publicaciones –difundida por las redes sociales– la que se refería a la Clase Política (de izquierda y derecha). Al parecer, por lo que me indica en su WSP, se molestó por tratar a ese segmento de la sociedad, como traidores o mentirosos.
La vedad es que se quedó corto o leyó muy rápido. Me he referido a ellos, en varias oportunidades, como traidores, ineptos y sinvergüenzas. Algo que he repetido desde que decidí entrar a la Arena Política, el 20 de agosto del 2019 (antes del estallido social y delictual) cuando oficialmente organizamos y posteriormente inscribimos en el SERVEL el Partido Político “Patriotas por Chile”.
Primero, debo aclararle a él y a todos ustedes, que jamás he sido grosero con alguno de ellos, ni con nadie. No es mi estilo ni lo que me enseñaron en mi casa o en el Ejército de Chile. Sí, duro, fuerte y áspero en la crítica. Algo que, con el debido respeto, lo seguiré haciendo. Al respecto, insisto en que tengo una visión tremendamente dura y crítica sobre la Clase Política, por los siguientes motivos:
Por qué afirmo que son traidore:
- En los años 70 –para no remontarme a la época en que obligaron a Bernardo O´Higgins a dimitir, exiliar en Perú e impedir su regreso a Chile– fueron los responsables de que Salvador Allende, con un ridículo Estatuto de Garantías, asumiera la presidencia de la República. Posteriormente, en manos de los Presidentes de los Partidos Políticos y de la Cámara de Diputados, instigaron y fueron los principales responsables del Pronunciamiento de las Fuerzas Armadas, para evitar una revolución civil. Después de eso, las persiguieron y encarcelaron a varios de sus integrantes.
- Jamás apoyaron la aplicación del actual sistema de justicia vigente para todos los exuniformados, acusados, justa o injustamente, de delitos de Derechos Humanos, a quienes, aún, se les aplica el antiguo sistema de Justicia derogado en el año 2005, donde los acusados no tienen ninguna posibilidad de un justo proceso. Además, aceptaron la Ficción Jurídica y los proyectos de Ley para la no aplicación de beneficios carcelarios para ancianos enfermos y con más de 80 años de edad.
- En las dos elecciones presidenciales lideradas por el candidato político Sebastián Piñera y su bancada, reunidos con el personal en retiro, les mintieron en su propia cara, a cambio de asegurar el voto de la familia militar.
- Innumerables veces, los políticos de izquierda y derecha, prometieron reducir sus gastos y remuneraciones, algo que jamás han cumplido.
- Políticos de izquierda y derecha, se olvidaron del Bien Común, y se coludieron con grandes empresarios para aprobar leyes que beneficiaran sus bolsillos, no de los más necesitados.
- Existencia de una velada defensa corporativa para impedir las denuncias, y persecución judicial de sus integrantes, sean o no sean de su misma coalición.
- Interferencia descarada en el poder judicial que ha afectado la imparcialidad e independencia de la justicia.
- De regreso a la plena democracia, se dedicaron a desmantelar la Constitución de 1980, lo que produjo la nueva y exitosa arremetida del comunismo y, en gran parte, generó las demandas sociales de 18 de octubre de 2019.
- No fueron capaces de defender la Constitución de 1980 y aceptaron la del 2005, propuesta, con gran parafernalia, por el expresidente Lagos. La que tampoco, ni él ni ellos, fueron capaces de defender.
- Aceptaron las Reglas de Uso de la Fuerza, propuestas por el expresidente Piñera que dejó anuladas a las Fuerzas Armadas ante la intervención en situaciones de Estados de Excepción Constitucional.
Por qué afirmo que son ineptos:
- Porque no han sido capaces de solucionar las históricas demandas sociales ni en el pasado, ni ahora, ni nunca. Todo termina con el enfrentamiento, con más o menos violencia, entre los chilenos, la consiguiente intervención de las Fuerzas Armadas y la siempre culpabilidad de estas últimas, nunca de los políticos.
Por qué afirmo que son sinvergüenzas:
- Simplemente porque no tienen vergüenza de su permanente actitud de traición e ineptitud para representar al Pueblo Soberano que está hastiados de su permanente y agotador show electoral, el que finalmente termina favoreciendo la existencia y perpetuidad de sus cúpulas políticas y no las urgentes y principales demandas sociales sobre terrorismo, violencia, seguridad, salud, trabajo, libertad, sueldos, justicia, vivienda o jubilaciones.
Podría escribir mucho más al respecto, pero creo que con eso se entiende la idea. Aclaro, que me refiero a la Clase Política, no a “La Política”.
En mencionado político, dentro de sus molestias, me hizo presente que él y los de su Partido Político, solo estaban cumpliendo con lo prometido en la Campaña del Rechazo: “de ganar el rechazo irían a una nueva constitución”. Lo que fue su opción y de gran parte de la derecha política. La misma que en el año 2020 los dividió en Apruebo y Rechazo, pero que, en mi caso personal, siempre fue de Rechazo, tanto al impresentable acuerdo Por la Paz Social y Nueva Constitución del 15 de noviembre de 2019, como al traidor, innecesario, millonario e inútil proceso Constituyente, lo que, con el tiempo, me ha dado la razón.
Mi opción, la cual está en las Redes Sociales, era el Rechazo y el cumplimiento del Artículo 142 de la actual Constitución: “Si la cuestión planteada al electorado en el plebiscito ratificatorio fuera rechazado, continúa vigente la presente Constitución” Lo que en ningún caso me deja en la ceguera ni en la tozudez de reconocer la posibilidad futura de una Nueva Constitución, pero eso no me obliga a correr a La Moneda a abrazar a los perdedores y someterme a los designios mesiánicos de quienes tienen los argumentos equivocados para dirigir y liderar lo que el Pueblo Soberano rechazó. Además, no pretendo, con ese gesto, validar el derroche de dinero y tiempo perdido en solucionar las urgentes demandas sociales que seguirían siendo postergadas por un Gobierno que no quiere gobernar y un poder Legislativo que no quiere legislar.
Chile dijo ¡basta!, no más pérdida de tiempo y recursos. Busquen otras soluciones y el momento más adecuado, que en ningún caso es ahora, cuando vivimos una crisis global y nacional que afecta nuestro desarrollo y economía. Algo con lo cual no concuerda el ofuscado politico y se burla de mi visión estratégica, ya que según él “…no hacer el proceso ahora solo es chutear el cambio de Constitución…” ya que hoy “hay acuerdo de no poner escaños reservados ni independientes en la lista” Dios quiera que esa promesa no sea de los comunistas. Así y todo, con esa soberbia que caracteriza a los políticos, me deseó, buen futuro. De verdad, yo también le deseo buen futuro, sobre todo porque, a través de esas mismas redes sociales, en su momento, lo apoyé en sus proyectos políticos y, por lo mismo me peleé con varios, pero nunca, en lo personal, lo he denostado o me he burlado de sus fracasadas estrategias. Lamento eso sí, que se sienta afectado cuando califico a esa gran mayoría de políticos, con escasas excepciones, como una sociedad de traidores, ineptos y sinvergüenzas. Partidos Políticos que tienen la peor aprobación ciudadana de todas las instituciones encuestadas por diferentes Centros de Estudios, no superando el 4%. Solo con ese dato, es imposible pretender que los Partidos Políticos se adueñen del Rechazo.
Finalmente, ante una opción sobre una Nueva Constitución o su análisis y proposición por el Congreso o su elaboración por un Grupo de Expertos, me inclino por una Ley de Punto Final sobre toda intención por iniciar un nuevo Proceso Constituyente y, a través del Congreso, el cambio necesario de los artículos de la actual Constitución con un Plebiscito de Salida y con voto obligatorio, pero no hoy, en el próximo gobierno.
Christian Slater Escanilla