Un buen sistema de incentivo al deporte y la práctica recreativa circunscrita a jóvenes puede quebrar la curva de los adictos a drogas y la falta de caminos a las oportunidades de vida. Pero creo que hay que ir más allá de lo formativo en una comuna que supera largamente los 700 mil habitantes y ese es el motivo de mi columna.
Es el tiempo de buscar proyecciones deportivas en todos los ámbitos: fútbol, basquetbol, tenis, balón mano, atletismo en sus diversas especialidades, gimnasia varones y mujeres, gimnasia rítmica, halterofilia o más conocida como levantamiento de pesas, artes marciales entre muchos deportes físicos, pero sin dejar de lado el ajedrez, conocido como deporte ciencia.
Para ello hay que planificar, dar ideas para su implementación, ojalas con una alcalde o alcaldesa que escuche y no se crea super sabia y rectora de la comunidad, sino que nazca un poco de las necesidades colectivas orientadas con apoyo psicológico, en deportes que no son excluyentes, para toda la comunidad sin distinción de edades y sexo.
Una planificación puede realizarse en tres frentes: escolar, escuelas municipales y deportistas ya formados.
Se gastan millones de pesos en combatir la droga y la delincuencia, sin pensar que lo mejor es ocupar productivamente el tiempo libre de los niños y jóvenes en deportes, cultura y programas científicas, temas estos dos últimos que me referiré en otros comentarios.
El deporte bien llevado imprime en los participantes una disciplina de vida que se impone sin esfuerzo por el solo hecho de interesar a los noveles deportistas.
Implementación, análisis deportivos mediante videos, monitores de planta y algunos invitados, especialmente de las especialidades que motiven a los deportistas deben estar incluidas en los planes.
Medicina deportiva, atención psicológica y porque no una nutricionista que implique atención integra en los más interesados, creando hábitos. Entiendo que estos últimos términos hay muchas interrogantes, pero es materia de análisis colectivos que aporten ideas menos onerosas para resultados positivos en el deporte.
En el caso de los estudiantes se pueden planificar en el horario escolar para estas prácticas, ocupando las horas de la jornada completa.
Temas como la gimnasia física y rítmica pueden sacar una base importante de los primeros cursos de básica. Formación en el ajedrez, que además de hacer pensar logra mejores calificaciones en los ramos matemáticos; el básquetbol, el voleibol, el handball atletismo y el fútbol como juegos masivos y populares, sin duda que nos pueden dejar grandes satisfacciones. Para ello habrá que planificar dos o tres torneos escolares locales en el año con miras a las olimpiadas escolares metropolitanas.
La Municipalidad debe seguir con su aporte a la formación en sus diferentes disciplinas, con monitores que tengan objetivos más allá de lo formativo y recreativo. Estimo que incentivos para formar tres ramas atléticas nos permitirían competir, primero localmente y luego en competencias intercomunales que nos permitan cuantificar resultados. Similar en competencias de escuelas de fútbol y básquetbol, instalar un torneo de tenis con sus reglamentos que estén ligados al escalafón nacional, labor que nos entregaría la categoría de una comuna deportiva.
La práctica de gimnasia con clubes o representantes de colegios pueden dar una proyección nacional, sin dejar de cumplir el objetivo básico de entregar nuevas responsabilidades a los adolescentes y jóvenes de educación media y los dos primeros años universitarios.
Puede ser un sueño carísimo, ya que se necesitarían a los menos tres nuevos gimnasios, infraestructura e implementación adecuada a las necesidades y probablemente suplementación alimenticia, pero creo que serán costos muy menores a lo que hoy se ocupa en represión, principalmente a jóvenes en riesgo social que no tienen disciplina de vida por diversas circunstancias a los que los lleva la vida actual, sin futuro ante nulas oportunidades.
La participación masiva en corridas atléticas y ciclísticas deben seguir en el calendario anual, así como simultaneas de ajedrez en lugares públicos no deben estar descartados.
Nos queda el deporte asociado, el cual cuando nos represente como comuna deben tener otras ayudas de implementación y económicas, y no me refiero a los semiprofesional, sino que netamente al amateur. Para el semiprofesional y el amateur nos serviría una Corporación Deportiva, que se ha propuesto en muchos periodos alcaldicios, pero definir que fuerza política se hace cargo nos ha postergado casi 20 años esa posibilidad.
Solo en futbol cada semana normal, con 5 ligas o asociaciones, bajan a los campos deportivos unos 6.000 deportistas a lo que hay que sumar unos 1.000 que participan en escuelas de futbol, 200 basquetbolistas, 300 atletas en cross country entre otros, lo que indica que hay entusiasmo, pero debe tener recursos, capacitación y espacios para su desarrollo, que debe ser una obligación de la gestión municipal.