DEMOCRACIA PROTEGIDA.

Señor Director.

Agustín Squella, un defensor acérrimo de la “democracia sin apellidos” que se autodefine como un liberal en relación con los principios de libertad, igualdad y fraternidad. En su columna publicada en “El Mercurio” el 14 de agosto de 2024, critica nuevamente a quienes abogamos por una “democracia protegida”, reduciéndola a una mera preocupación por el “orden social”. Según Squella, “La democracia se encuentra en apuros. Siempre lo está.

Hay poderes explícitos o agazapados que no la quieren para nada, sobre todo cuando se pide solo orden social y desean lo de siempre: poner el pie encima a aquellos que, además de Orden, no claudican en el deber de conseguirlo en un marco de libertades y no con cada policía, militar o milicia con el rifle puesto en la cabeza de quienes, prefiriendo la democracia, la reclaman sin apellidos”.

Este punto de vista puede resultar desconcertante, especialmente cuando se compara con la postura de países como Francia, un país que, paradójicamente, ha promovido históricamente los valores de libertad, igualdad y fraternidad, pero que también mantiene un arsenal de aproximadamente 290 ojivas nucleares, posicionándose como la cuarta mayor potencia nuclear del mundo. Este arsenal es justificado bajo la doctrina de disuasión nuclear, que sostiene que la amenaza de represalias nucleares es necesaria para prevenir un ataque y, en última instancia, para asegurar los mismos valores que Squella defiende.

La tensión entre los ideales de libertad, igualdad y fraternidad, y la realidad de un arsenal nuclear, refleja una de las grandes paradojas de la política internacional. Mientras Francia busca proyectar estos valores de manera universal —valores sobre los cuales Squella podría hablar por semanas— también justifica su existencia y seguridad en un mundo donde la disuasión nuclear sigue siendo una realidad aceptada. Esta paradoja plantea preguntas profundas sobre la naturaleza de la seguridad, la ética en las relaciones internacionales, y cómo los valores pueden o deben ser aplicados en el ámbito global.

En este contexto, parece que Squella pasa por alto la complejidad de esta contradicción. Francia no solo contempla el uso de “un rifle” en manos de un militar o un policía, sino también el devastador poder de un “arsenal nuclear” que no distingue entre hombres, mujeres o niños, un arma capaz de arrasar con la misma humanidad que busca proteger los ideales de libertad, igualdad y fraternidad.

Mientras tanto, en Chile, por mandato de un político y no de un militar, seguiremos empleando “un fusil o una pistola”, no para tomarnos el poder, como son las pesadillas de Squella, sino para detener a delincuentes y terroristas que secuestran y matan a ciudadanos inocentes, y a soldados y carabineros que tienen hijos y familias, al igual que el resto de la sociedad. Estos no sueñan con golpes militares, sino con políticos decentes y líderes de opinión capaces de cooperar en la construcción de un Chile donde las Fuerzas Armadas no tengan que ser empleadas en tareas que no les corresponden, pero que deben asumir debido a la falta de capacidad y la ineptitud de los gobernantes, y la dejadez e ignorancia de una sociedad en decadencia.

Christian Slater Escanilla.




SEÑOR DIRECTOR:

Una vez más, ante los últimos eventos climáticos, el glorioso Ejército de Chile se despliega con valentía y firmeza para salvaguardar a su pueblo. Un Ejército que siempre ha estado presente, extendiendo su mano amiga sin distinción, incluso hacia aquellos que alguna vez lo han agraviado, incluyendo a quienes hoy ostentan el poder político. Un Ejército que, a pesar de no tener color político, ha sido objeto de insultos, pero sigue siendo el baluarte de la nación. En la frontera norte, se alza como un muro infranqueable, conteniendo el flujo de ilegales y frenando el ingreso de vehículos robados, armas y drogas, protegiendo la soberanía de la patria con su temple inquebrantable.

 

Este es un Ejército que, más allá de su rigurosa instrucción y entrenamiento, se despliega en la peligrosa Macro Zona Sur, en una lucha incansable contra el crimen organizado. Cooperando codo a codo con Carabineros y la Policía de Investigaciones, enfrenta a bandas criminales y terroristas que se dedican al robo de ganado, al tráfico de drogas y a la destrucción de lo más sagrado: colegios, hogares, iglesias y vehículos.

 

Todo esto mientras el mismo Estado y, en especial, el Poder Judicial, persiguen a sus camaradas en retiro y en servicio activo por cuestiones de Derechos Humanos. Soldados que, aun cumpliendo con su deber, ven a sus padres, abuelos o familiares detenidos en cárceles de exterminio, condenados por testigos falsos, manipulaciones jurídicas y montajes mediáticos, sin siquiera tener derecho a una legítima defensa y menos aún, los derechos humanos propios de cualquier detenido.

 

Estos valientes uniformados son enviados a cumplir misiones que distan de su verdadera esencia y entrenamiento, que es la defensa de la patria. Lo hacen bajo reglas de uso de la fuerza que parecen más diseñadas para proteger al delincuente que al militar, enfrentando desafíos que pondrían a prueba a cualquier otro.

 

Este es el Ejército de Chile, compuesto por miles de hombres y mujeres que, a pesar de tener familias, a menudo las relegan al segundo plano para cumplir con su deber y acatar las órdenes de sus superiores.

 

Es el mismo Ejército que nos entregó una patria libre y soberana, que junto a las demás instituciones de la defensa, ha prevenido guerras con nuestros países vecinos y que, cuando los políticos ineptos fueron incapaces de conducir al país, evitó una guerra civil, recuperó la democracia, fortaleció la institucionalidad, el orden, la seguridad y el desarrollo, convirtiendo a Chile en el “milagro económico” que asombró al mundo.

 

Un Ejército y unas Fuerzas Armadas que aún esperan el merecido reconocimiento de una sociedad civil, política y de la Iglesia Católica que, hasta hoy, no ha asumido su propia responsabilidad en los eventos que nos han dividido como nación.

 

Christian Slater Escanilla




SERVICIO MILITAR

Señor Director:

 

A propósito del Servicio Militar y los permanentes esfuerzos para incentivar y fomentar la conscripción, he estimado conveniente, traer al presente, una iniciativa, como muchas otras del pasado, que ha llevado a cabo el Ejército de Chile.

El año 2016, vimos pasar frente a nuestros ojos una modesta, novedosa y disruptiva iniciativa que gestionaron tres instituciones del país, favoreciendo a jóvenes de escasos recursos económicos, todos, de las Regiones con mayores índices de pobreza.

 

Los jóvenes, mientras desarrollaban otras funciones, voluntariamente, después de cumplir algunas exigencias de estudios, fueron seleccionados para participar en un Diplomado que les abrió nuevas puertas y otras posibilidades de trabajo.

 

Este Diplomado, benefició a 18 jóvenes (14 hombres y 4 mujeres) entre otros miles que, durante el año 2016, además de ejercitarse físicamente, practicaron el orden, la obediencia, la responsabilidad, el espíritu de cuerpo, la lealtad, el honor, la abnegación, el respeto y el espíritu de servicio, entre otras importantes virtudes. Un cartón que les reconoce y certifica sus estudios en “Protección de Áreas Silvestres”. Hablamos sobre la protección de una extensa superficie de casi 15 millones de hectáreas, aproximadamente el 20% de nuestro territorio nacional donde, eventualmente, podrán poner en práctica sus conocimientos adquiridos.

 

Me refiero a quienes finalizaron, en septiembre del 2016, el primer Diplomado para Soldados Conscriptos en los más de 200 años de existencia del Ejército de Chile, la institución castrense en la cual cumplieron su Servicio Militar Obligatorio.

 

Al respecto, sólo algunos se percataron de esta inédita alianza estratégica docente entre el Ejército de Chile, la Universidad Santo Tomás, sede de Temuco y la Fundación Huilo Huilo en Neltume. Tres instituciones, dando un ejemplo, real y concreto, de cómo se puede aportar al desarrollo Regional. Todo esto ocurrió en La Región de La Araucanía y en La Región de Los Ríos. Una iniciativa que me correspondió liderar y gestionar y desarrollar en la Macro Zona Sur, una difícil región geográfica de Chile, pero cuyo modelo se podría exportar a muchas otras regiones la cual traigo al presente y la pongo sobre la mesa.

 

Creo que, con un mínimo de voluntad, este diplomado podría ser más que eso. Con el interés de las respectivas autoridades, podría ser parte de un programa gubernamental para la decaída Macro Zona Sur y otras Regiones de Chile. Son decenas los proyectos de nivel Regional que muchas veces se financian sin ningún destino concreto. Aquí el Ejército no solo aportó soldados. Aportó jóvenes sanos, disciplinados, con conocimientos previos propios del Servicio Militar pero totalmente homologables a un Diplomado de estas características, como fueron las instrucciones de orientación, primeros auxilios, computación, capacidad física, capacidad para recibir y ejecutar órdenes, capacidad para actuar aisladamente, conocimientos de telecomunicaciones y otras virtudes militares que lo convierten en un alumno, calificado, respetuoso, responsable, comprometido y de un valor incalculable para sus profesores.

 

Una iniciativa que se podría replicar en otras regiones del país y en otros ámbitos, como la minería, la seguridad, la salud, el transporte, el deporte, la agricultura, la prevención y el combate de incendios forestales, la inmigración descontrolada, los efectos del cambio climático, los desastres naturales, etc. Solo falta que se sienten a conversar el gobierno, las Fuerzas Armadas, las autoridades nacionales y Regionales, las universidades, los privados, los institutos técnicos u otras organizaciones que quieran aprovechar las capacidades que entrega el Servicio Militar.

 

Un importante valor agregado de acuerdo a los tiempos que se viven y que, en ningún caso, desperfila ni desnaturaliza la profesión militar.

 

Christian Slater Escanilla.

Coronel (R) del Ejército de Chile.




“Miércoles Negro”

Señor Director:

Después de todo lo ocurrido, especialmente el miércoles 5 de junio, no sé si para el Gobierno fue un “Miércoles Negro” o un “Black Jackson”.

Todo esto, una vez más, me trae a la memoria, “El Mecanismo”, esa película brasileña que nos recuerda la caída de la Presidente Dilma Rousseff, quien fue destituida por el Senado, tras una serie de escándalos políticos y económicos.

 

Christian Slater Escanilla.




CIUDADANOS DE SEGUNDA CATEGORÍA.

Señor Director:

Al parecer, para el Gobierno y la Casta Política, de izquierda, centro, derecha, extremos, amarillas, rojas, azules o verdes, los más de 14 millones de ciudadanos que no pertenecemos a ningún Partido Político, somos Ciudadanos de segunda categoría. Solo dos ejemplos para sentirnos como tales.

En febrero de 2021 la Presidenta de Revolución Democrática y ex integrante de las Juventudes Comunistas, Catalina Pérez, hoy Diputada y Vice Presidente de dicha Cámara, ante la muerte de un malabarista de machetes que intentó agredir a un carabinero, manifestó: ¿Cómo quieren que no lo quememos todo? Amenazando con ello a los chilenos y dejándonos en manos de todo aquel que quisiera reproducir los violentos y criminales actos del 18 de octubre de 2019 con quemas de casas, iglesias, estaciones de metro, edificios, locales comerciales, museos, escuelas, postas rurales, oficinas municipales, cosechas, camiones, máquinas de trabajo, buses y personas. La Casta Política no sólo no la sancionó y tampoco solicitó su detención, al contrario, la premió con la la Vicepresidencia de la Cámara de Diputados.

 

Posteriormente, hace pocos días, los Ciudadanos sin color político, fuimos testigos de un despliegue policial y militar jamás visto en la historia de Chile, cuyos millonarios costos jamás conoceremos. Todo ello para permitir -en una operación de inteligencia y contra inteligencia- que el Presidente de Chile, tan sólo por unas horas, pudiera lograr transitar y visitar algunos lugares puntuales de la Macro Zona Sur de nuestro país en manos de narcoterroristas. Una posibilidad de protección y seguridad que jamás han tenido, desde hace muchos años, nuestros compatriotas de esa zona y otras regiones y comunas, donde la acción efectiva del Estado no llega, cobrando a la fecha casi 700 muertos, asesinados en manos de terroristas y delincuentes, en tan sólo lo que va de este año 2022.

 

Paradojalmente, avalando lo expuesto, hoy nos enteramos por los Medios de Comunicación, que un joven de 21 años fue arrestado como presunto autor de amenazas contra el Presidente Boric.

Según lo indicado en los medios de prensa, las amenazas se refieren a: “Quemar el país, partiendo por tu casa y tus familiares”. 

 

Estimo, con lo anterior, queda más que demostrado que los Ciudadanos hastiados de los políticos, somos totalmente de segunda categoría y los medios de los que dispone el Estado para la protección de sus habitantes, sólo están disponible para los integrantes del Gobierno de turno y la la Casta Política que acepta que una de ellos llame a “Quemarlo todo” y nadie la detiene. Es más, la premian. 

 

Así las cosas, cada día se hacen más necesarios los Senadores y Diputados que estén dispuestos a UNIRSE a la Comunidad Soberana, hoy sentados en la Mesa Ciudadana que está representada, en su gran mayoría, por ese 62% que no aceptará que ocho traidores políticos apoyados por cobardes y amarillos Congresistas, destruyan Chile y se lo entreguen a los Comunistas.

Si no lo entienden, entonces habrá que salir a las calles y hacer efectiva la desobediencia civil de ciudadanos libres, sin color político, soberanos, independientes y respetuosos de las tradiciones republicanas y de nuestras Fuerzas Armadas y de Orden.

 

Christian Slater Escanilla.




PUTIN: LA POLÍTICA, UNA CONTINUACIÓN DE LA GUERRA, POR OTROS MEDIOS.

A estas alturas, algunos debemos reconocer que nos equivocamos, al menos, en parte. El Objetivo Político Estratégico de Vladimir Putin no era sólo apoyar la independencia de Donestsk y Lugansk, dos regiones separatistas del Este de Ucrania. Era Kiev, la capital de Ucrania.

Al respecto, dentro de las decenas de analistas y comentaristas de este conflicto bélico, no se observa ninguna reflexión sobre la intervención del Partido Comunista Prorruso de Ucrania y de cómo, su traidora acción, se convirtió en el Caballo de Troya de Putin.

Recordemos que, en mayo de 2015, los parlamentarios ucranianos, con la promulgación de cuatro leyes, comenzaron la “descomunización” de ese país, prohibiendo toda propaganda comunista, soviética o nazi. Paralelamente, el Ministro de Justicia determinó que el Partido Comunista Ucraniano, junto con otras organizaciones similares, dejaban de participar en las elecciones presidenciales, estatales y locales y desaparecían de la vida política y electoral de ucrania. Organizaciones, según sus propias palabras, que abogaban por la toma violenta del poder, la lucha de clases y la restauración de la dictadura del proletariado. Lo anterior, le valió a Ucrania, el tenaz ataque del Comunismo Internacional, liderado por el Partido Comunista de Rusia, los que, por supuesto, apoyaron e impulsaron a los separatistas prorrusos que, después de la Guerra del Dombás, dieron origen a la República Popular de Donestk y la República Popular de Lugansk. Territorios que hoy se suman, junto a la República de Crimea y la ciudad federal de Sebastopol, escindidas de Ucrania en el año 2015, en favor, al parecer, de la idea de un nuevo imperio Ruso.

Ucrania, es un país de Europa del Este, con 44 millones de habitantes y algo más de 600 mil kilómetros cuadrados de territorio (un poco más pequeño que Chile), pero que conoció y probó, la hoz y el martillo comunista en la época de la Unión Soviética (1922 – 1991), oportunidad en que murieron, por hambruna y limpieza étnica, cerca de 12 millones de ucranianos. Más conocido como el Holodomor o Genocidio ucraniano.

Un país que, por tratar de acercarse a Europa Occidental, a la OTAN, la Unión Europea y proscribir la existencia del Partido Comunista, hoy es flagelado, pisoteado, destruido y asesinado frente a un mundo espectador que, desde una precaria seguridad, observa, como la bestia desmiembra al país de los bravos cosacos. Un país donde hay hombres, mujeres y niños igual que todos nosotros y nuestras familias. Los mismos que seguimos creyendo en los cantos de sirenas y nos creemos mejor que Venezuela, Cuba, Nicaragua y hoy, que los propios ucranianos.

Para los que no lo saben, en ese lejano país, también existió la “Guerra por la Dignidad” y un Partido Comunista que fomentó el separatismo, traicionó a su propio pueblo y se vendió a Rusia. Un Partido Comunista prorruso que forma parte de la Unión de Partidos Comunistas, donde se han refugiado los partidos comunistas de la antigua Unión Soviética (Proscritos en la mayoría de los países donde existen).

Rusia, hoy tiene en jaque a Europa, a la OTAN y la ONU. Descolocado a China y neutralizado a Estados Unidos, pero su Jefe de Estado se saluda, hábilmente, de mano (y sin mascarilla), con Trump y Bolsonaro. Lo mismo, pero por otros intereses, con Ortega, Maduro y Díaz – Canel. Si alguien cree que el comunismo va en retroceso, aquí les dejo la inquietud de un País donde se exalta el Patriotismo como una fórmula de cohesión nacional y cuyo Presidente es apoyado, principalmente por el Partido Político “Rusia Unida” (Partido centrista, nacionalista y conservador). Eso, pareciera ser bueno, lo malo es que la historia, los hechos, y la ambición de Putin, dicen otra cosa.

Con respecto a Chile, al menos, tanto el actual Presidente, como el Jefe de Estado Electo, condenaron el ataque de Rusia a Ucrania. Eso pone de inmediato a Boric del lado “de los buenos”, se alinea con Estados Unidos y se aleja de China, que hasta hoy se mantiene neutral frente a este conflicto. Esperemos que no sea por querer hacer lo mismo con Taiwán.

Respecto a Putin, creo que hoy, en el universo conocido, no existe un actor político estratégico que le pueda hacer peso en el escenario del nuevo desorden mundial, donde Rusia, con el empleo de la fuerza, sin ningún tipo de restricciones, intenta imponer esa misma diplomacia que utilizó Estados Unidos a inicios del Siglo XX: la del “Gran Garrote”. Es decir, primero la guerra y después la política. Una actitud matonesca que nunca previó Clausewitz. Pero no está de más recordar que esa política o diplomacia tuvo su mayor fracaso en el conflicto de Vietnam. En esta ocasión, al igual que en Vietnam, dependerá del espíritu de lucha del pueblo ucraniano. Algo que, al parecer, no se esperaba el ex agente de la KGB. Más aún, si a lo anterior le agregamos el apoyo en material bélico que está recibiendo el ejército ucraniano y las medidas económicas que están afectando a Rusia.

Hoy Rusia, como miembro de la ONU (son 193) y uno de los cinco países permanentes del Consejo de Seguridad (son quince) con derecho a veto, se siente con el poder suficiente para rechazar cualquier condena a su ataque a Ucrania, tal como ya lo hizo. Al mismo tiempo, en un acto de total soberbia y prepotencia, desconoce que su ataque a Ucrania es un acto no provocado que causará sufrimiento y viola la soberanía de ese país, también miembro de la ONU. Putin justifica su actuar, afirmando que es para “desnazificar” y “desmilitarizar” un país que por ley prohibió el nazismo y que está en todo su derecho soberano a poseer Fuerzas Armadas para la defensa de su territorio. Algo que los ucranianos, pese a todas sus guerras y amenazas, descuidaron y debieron improvisar en último momento. Y eso tiene un costo que pone en riesgo su existencia como nación libre y soberana. Dios quiera y los Patriotas escuchen, para que en Chile no ocurra lo mismo.

Para ir cerrando, aquellos comentaristas que se quedaron en la Guerra Fría, no concuerdo en que Ucrania este solo. Mas bien es Putin quien se está quedando solo frente a un pueblo ucraniano que no está dispuesto a rendirse. Agreguemos a lo anterior el apoyo del Consejo de Seguridad de la ONU, donde de quince miembros obtuvo el apoyo de onde de ellos, tres abstenciones (China, India y Emiratos Árabes) y un rechazo (Rusia). Algo parecido ocurrió el año 2014, cuando Rusia se anexó Crimea. Del mismo modo, conforme a la resolución propuesta por Estados Unidos, ahora la llevarán a la Asamblea General, donde se espera obtener el apoyo de la gran mayoría de los 193 países de la ONU y no existe la posibilidad de veto.

Los tiempos se acortan para Putin y la OTAN ha salido a desplegar una importante fuerza de Respuesta Rápida en apoyo de sus aliados en la zona de conflicto de Europa del Este, junto con Alemania y Francia que, buscando la disuasión, está dispuesta a apoyar con soldados y armamento. Disuasión que, para ser creíble, debe haber una verdadera intención y demostración del uso de la fuerza. Algo que últimamente “los buenos del mundo”, no están dispuestos a emplear y eso, lo saben “los malos”. De eso se trata en correr el cerco, tanto como la fragilidad del adversario lo permita. Después vienen las negociaciones y el cerco retrocede, pero no tanto como avanzó. ¿Les suena conocido? Lamentablemente, al alargarse los plazos, que no esperaba Putin, los muertos y heridos, tanto de civiles como de soldados no serán pocos y el oso de Europa del Este, que integra la ONU, el Consejo de Seguridad de esa misma organización y uno de las cinco potencias nucleares con derecho a veto, logrará que eso sea olvidado rápidamente por la comunidad internacional.

Finalmente, mientras aquí en Chile, un grupo, muy similar a los separatistas rusos en Ucrania, inventa las mil maneras para destruir nuestro Estado Nación y dejarlo en condiciones de que otros, en el futuro próximo, creen múltiples “Republicas Populares” como Donestsk y Lugansk o la ciudad Federal de Sebastopol. Sumemos a aquello, las intenciones de reformar o peor aún, refundar nuestras Fuerzas Armadas y de Orden. Ucrania también tuvo “valientes soldados” que hoy soy reemplazados por civiles que resisten y mueren por su Patria, dejando niños y familias en la total desolación. Eso, porque las Fuerzas Armadas no se improvisan, su organización, doctrina, orden, preparación y entrenamiento, es algo, que jamás se debe cuestionar porque los resultados son desastrosos para la existencia de la propia Nación y altamente convenientes para quienes buscan despedazar a esta angosta y larga franja de tierra que llega hasta la Antártica chilena, lugar donde, graciosamente, un grupo separatista, podría promover una región prorrusa o prochina. Están a la vuelta de la esquina. Espero que, en el futuro, los comentaristas de temas tan delicados como estos, sumen a sus interpretaciones, comentarios y análisis, todo aquello que está ahí, pero no lo ven o lo ven, pero no se atreven a tomar una posición. No es bueno que se conviertan en comentaristas de futbol, detallando lo que todos estamos viendo y, cuando se equivoquen, tan poco es malo reconocerlo.

 

 

Christian Slater Escanilla.




MARIO DESBORDES, LA GRAN OPORTUNIDAD PARA EL MUNDO MILITAR:

Camaradas, Mario Desbordes, nos guste o no nos guste, se ha convertido en la gran oportunidad –en unas elecciones previas al 21 de noviembre– podríamos demostrar cuántos somos, y de paso, convertirnos, realmente en un Grupo de Presión. Si logramos, con nuestro voto, que Desbordes sea el ganador el 18 de julio, para las elecciones del 21 de noviembre, las miradas de todos los presidenciables estarían puestas en el Mundo Militar.

A solo días de una elección que definirá a los representantes de dos Coaliciones Políticas (Apruebo Dignidad y Chile Vamos), los seguidores de la supuesta izquierda y de la supuesta derecha, aunque les moleste escucharlo, por sus consulta y opiniones en las Redes Sociales, debo decirles que sorprende y preocupa el analfabetismo político que evidentemente demuestran con sus comentarios.

Algunos, dentro de su incomprensible ignorancia política, insisten en que este domingo votarán por José Antonio Kast. Grave error, ya que se refieren al candidato independiente del Partido Republicano, que no participa en estas elecciones del 18 de julio. Lo que no quiere decir que podría estar presente para las elecciones del 21 de noviembre.

Otros, no siendo de las Coaliciones que este domingo elegirán a sus representantes, insisten en que irán a votar por uno o por otro. Se los digo una vez más: los que están en Partidos en Formación o son de otros Partidos distintos a los que integran Chile Vamos, no pueden ir a votar. También pueden concurrir todos los independientes, es decir todos los que no están inscritos en un Partido Político.

No faltan los que, siendo de una supuesta derecha, llaman a votar por Gabriel Boric porque, según ellos –hoy expertos en política– con esa “estrategia política”, lograrán que Daniel Jadue no salga. Qué pena tener que aclararles: en la lista de Chile Vamos, donde vota la supuesta derecha, no estará Gabriel Boric.

También, están los que, para este 18 de julio, llaman a no asistir a las urnas, porque los Candidatos Presidenciales, de “Chile Vamos”, cual más, cual menos, son todos traidores. Dios quiera que José Antonio Kast, esté en la lista de Presidenciales del 21 de noviembre. Si no lo está, me imagino que nuevamente aparecerán esos que llamarán a no votar y todos sabemos lo que eso significa. Seguir fortaleciendo a la izquierda, a los comunistas y dejar Chile en manos de los peores.

No contentos con lo anterior, algunos se han dedicado a criticar a quienes, llamamos a cumplir con nuestras responsabilidades cívicas, aunque exista la posibilidad y tentación de tomarse el descanso de un largo fin de semana.

Al respecto, y en lo particular, no solo hice un llamado a cumplir con una responsabilidad cívica y a quitarle espacios a la izquierda extrema, sino también sugerí, especialmente al Mundo Militar, votar por el Candidato Presidencial Mario Desbordes. El único, que ha demostrado una verdadera preocupación por el futuro de nuestras Fuerzas Armadas y de Orden, (activos y en retiro) y por nuestros camaradas perseguidos y detenidos por causas de Derechos Humanos. No me perderé ni me enredaré con los Programas de Gobierno de los cuatro candidatos ya que son todos muy similares, pero Desbordes, al preocuparse por las Fuerzas Armadas y de Orden, hace la gran diferencia en un tema que además, está en la Declaración de Principios de Patriotas por Chile.

Un llamado que despertó lo peor de muchos y la vulgaridad de otros, demostrando una vez más la desinformación y poca profundidad de sus análisis, efectuados a partir de la inmediatez de un meme, el comentario de un conocido o una verdad a medias. Patriotas que, en su desesperación y básicas convicciones, aunque se den cuenta de sus errores, jamás reconocerán su equivocación, ni siquiera del grosero y descalificador lenguaje que solo los denigra e invalida frente a la seriedad de las circunstancias.

Por lo mismo, el llamado no es para ellos. No es para los que se olvidan de las Fuerzas Armadas y de Orden, no es para los que se olvidan de los detenidos en Punta Peuco, no es para los que quieren hacer un negocio de la política, no es para los que se olvidan, de los olvidados. Este llamado es para los únicos que fueron capaces de derrotar al comunismo, los que impidieron una sangrienta guerra civil, los que recuperaron la democracia secuestrada por los partidos políticos, los que fueron capaces de lograr el desarrollo y prosperidad jamás alcanzado por Chile, los que elaboraron una Constitución, hasta hoy vigente, los que construyeron un Congreso y llamaron a dos Plebiscito, los que aseguraron el éxito y transparencias de las elecciones presidenciales, los que en un acto totalmente democrático, le devolvieron la democracia a Chile y los que hoy, junto a sus familias, por venganza, sufren, son perseguidos y encarcelados, mientras la sociedad, nada hace por ellos.

Camaradas, Mario Desbordes, nos guste o no nos guste, se ha convertido en la gran oportunidad –en unas elecciones previas al 21 de noviembre– podríamos demostrar cuántos somos, y de paso, convertirnos, realmente en un Grupo de Presión. Si logramos, con nuestro voto, que Desbordes sea el ganador el 18 de julio, para las elecciones del 21 de noviembre, las miradas de todos los presidenciables estarían puestas en el Mundo Militar. Algo que podemos lograr sin amenazas, sin exaltaciones y sin encendidos discurso que a nada conducen. Demostremos que creemos en la democracia, en Chile y en lo que es mejor para la Patria, no para un partido determinado.

Si lo logramos, nunca más seremos ninguneados por los mismos políticos de siempre. Se los propongo de otra forma. ¿Qué perdemos con ir a votar por Desbordes en este domingo 18 de julio? La respuesta es fácil, no perdemos nada, pero sí podemos ganar mucho.

Si no vamos a votar, seguiremos siendo el inexistente voto militar, la inexistente familia de los uniformados, los inexistentes círculos, cuerpos o centros de agrupaciones militares y los inexistentes patriotas que defendemos un legado de orden, seguridad, respeto, progreso, desarrollo, chilenidad, historia y soberanía. Este es el momento de demostrar unidad.

Desde mi humilde posición como un ex militar, respetuosamente insto a todos quienes fueron mis superiores y mis subalternos a unirse a este llamado y que, cada uno de ellos, se sume a esta iniciativa orientando, con sus palabras y sabiduría, a todos quienes hoy estamos pensando en lo que es mejor para Chile.

 

Christian Slater Escanilla.

Presidente (P).

Patriotas por Chile.