“SEPTIEMBRE”: En la misma trinchera.

Señor Director:

Hace unos días,
en Temuco, tuve el honor de ser invitado a la casa de un ex soldado.

Ambos servimos
en la misma unidad militar, el Regimiento de Infantería de Montaña N* 20 “La
Concepción” de la ciudad de Lautaro. Unidad que posteriormente se fusionó con
el actual Destacamento “Tucapel” de Temuco. 

Me acompañó un
muy buen amigo, hoy Reservista del Ejército de Chile. ¡Qué velada más
emocionante! Junto a una buena taza de té, unos panes amasados con mantequilla
y palta, una salamandra que hacía más cálido y emocionante ese momento y la
familia de mi ex soldado. Todos, haciendo recuerdos de lo que sucedió hace 40
años atrás. 

Mi amigo, de la
antigua arma de Caballería, defendiendo el territorio de Chile en Galletué e
Icalma. Una sección de ametralladoras Rheinmetall, transportada a lomo de
caballos, como parte de una unidad mayor para impedir un inminente ataque
Argentino. 

Por mi parte,
junto al dueño de casa que hoy tiene 58 años, adelantados en una húmeda
trinchera a metros del Paso Internacional Pino Hachado. Una sección de
“Cazadores” con algunas armas anti tanque. Un subteniente, tres Suboficiales y
treinta soldados reclutas, ese año 1978, tenían que impedir que por ahí no
pasara ningún tanque Argentino. 

Ese grupo de
jóvenes soldados, que el mayor de ellos no tendría más de 21 años, pertenecía
al Regimiento “La Concepcion”, un fundamento más para dar la vida -si fuese
necesario- en la defensa de este suelo patrio. 

Una amenaza
blindada, que en tan solo 48 horas pretendía arrasar con cualquier chileno que
se le cruzara en su avance hacia Lonquimay, Victoria y Temuco, con la intención
de dividir en dos a Chile. 

Ahí, en esa
misma trinchera, nuestro hogar, por días, semanas y meses, junto a los soldados
Troncoso, Huenupán, Ñiripil, Cofré, Hauri, Colipí, Molina, Catrileo, Cayuqueo,
Parra, Palma, Krumel, Alarcón y tantos otros que no logro recordar, nos hicimos
soldados de verdad. Soldados de guerra. 

Lugar donde
escribí mi última carta de amor y me despedí de la familia. También firmé mi
testamento. Así lo exigía la institución. Aferrados a un fusil y un corvo
pasamos frío y hambre pero jamás dudamos de nuestra misión. 

Los soldados
bajo mi mando -uno de los cuales ahora me invitó a su casa- en esas trincheras,
aprendieron a disparar, a mimetizarse, a marchar y entonar vibrantes himnos
militares pero, más que todo, supieron y practicaron la camaradería, la
disciplina, el deber y el honor. 

Unos kilómetros
más atrás, cientos de reservistas se habían movilizado. Los trenes día y noche
desde el ramal de Púa, entre Victoria y Lautaro, habían hecho su trabajo
llevando a los Reservistas hasta el Vado de Tucapel. La segunda y última línea
defensiva que ponía por delante un obstáculo natural: el río Bío Bío. Si la
ofensiva blindada Argentina llegaba hasta ahí, quería decir que nosotros ya
éramos leyenda. 

Reservistas que
en su aniversario en este mes de septiembre, desde Arica a Porvenir y, de
cordillera a mar y aire, celebrarán su vocación de servicio a la Patria. Miles
de ciudadanos, con y sin instrucción militar que año a año se suman a las
Fuerzas Armadas para completar unidades en caso de guerra, conflicto o
catástrofe. 

Finalmente,
estimó, se podrá ser chileno sin amar a la Patria, pero no se puede ser soldado
ni Reservista, sin amar al Ejército de Chile. 

Christian Slater Escanilla

Coronel.
Reservista del Ejército de Chile.




El Legado de O’Higgins: ¡Chilenos!

Señor Director:

Este
lunes 20 de agosto en la ciudad de Chillan, futura Capital de la XVI Región,
recordamos el nacimiento del Padre de la Patria. Oportunidad en que –según dice
la prensa– el único orador será el Presidente de la República. Si así ocurre,
sería lamentable. Preferible, por la especial ocasión, la acostumbrada
intervención del Comandante en Jefe del Ejército.

De hablar el Presidente, para peor, después
de una nocturna reunión con los presidentes de partidos de Chile Vamos, no hay
duda y los medios de comunicación cooperarán con
aquello– la figura de O´Higgins quedará en segundo plano, utilizándose
políticamente esta tradicional ceremonia cívico – militar para resaltar temas
de la contingencia nacional y, por supuesto, la creación de la nueva Región de
Ñuble. Todo ello, frente a los cadetes del Destacamento de Honor de la Escuela
Militar. Jóvenes que no fueron acompañados por su Presidente cuando, el 9 de
julio, Juraron a la Bandera. Los mismos, que este 19 de septiembre serán
homenajeados en el Día de las Glorias del Ejército de Chile. Un acto
republicano, donde sin discursos políticos, la ciudadanía, con respeto a sus
tradiciones patria, solo disfruta de la gallardía de sus Fuerzas Armadas.

Adecuada oportunidad para recordar y no
olvidar que fue justamente la clase política la que condenó al General Bernardo
O´Higgins Riquelme al exilio, por 19 años en Perú, hasta su muerte. Peor aún,
tuvieron que pasar otros 27 años para que el Congreso se pusiera de acuerdo en
repatriar sus restos mortales. En resumen, por 46 años le dieron la espalda y
lo dejaron abandonado. Ni hablar cuántos años más se demoraron en construirle
un monumento. Lo que finalmente se logró con el aporte voluntario de los
ciudadanos, no de los políticos.

Jamás deberíamos olvidar que, gracias a
O´Higgins, todos los nacidos en esta tierra –indios, mestizos, criollos,
colonos o inmigrantes– desde 1818 somos libres y, orgullosamente, nos podemos
llamar ¡chilenos!

Christian Slater Escanilla.

Coronel en retiro del Ejército de Chile.




Posible aporte al Senador Chahuán y ex camarada Desbordes:

Sr Director

El jueves 14 de junio pasado, CNN difundió la
entrevista de Tomás Mosciatti al abogado, historiador, analista y escritor José
Rodríguez Elizondo. Una entrevista que todos los chilenos deberían ver.En unas
de sus destacadas intervenciones, Rodríguez, refiriéndose a los militares,
manifestó: “…un Ejército de una calidad intelectual que no la soñaban los
antimilitaristas de los años 50 o 60, llenos de doctores, de magister, de
diplomados, todos con un segundo idioma y coetáneamente con una clase política
que tú muy bien los debes saber, al igual que yo, absolutamente desprestigiada,
en su gran mayoría…”, a lo cual Mosciatti, leyendo un pasaje del libro escrito
por Rodríguez -“Historia de la relación civil militar en de Chile”- agregó:
“…aquí se dice que afecta la relación cívico militar la percepción militar de
la mala calidad de los políticos…”.

Al respecto y
considerando sus recientes críticas al actual gobierno -según nota en “El
Mercurio” y otros medios, del sábado 16 de junio- sugiero contratar o al menos
considerar, a todos aquellos ex uniformados de la Fuerzas Armadas de Orden y
Seguridad, tanto Oficiales como Suboficiales, muchos de ellos con altos niveles
de preparación en distintos ámbitos de gestión, para acelerar la “instalación
en regiones”, donde -al parecer- están faltos de voluntarios o escasos de
competencias adecuadas para los cargos vacantes.

Demás está
nombrarles Senadores, Diputados, Alcaldes, Concejales, Jefes de Oficinas y
Servicios a la comunidad, Presidentes de Partidos, Presidentes de Chile y
muchos otros cargos públicos que, habiendo tenido una formación militar, por su
eficiencia, real vocación de servicio y sin color político, han resultado un
éxito, siendo elegidos democráticamente y repitiéndose por más de un período.

Y para que no se
mal entienda, señalo desde ya, no estar disponible, pero sí hay muchos
militares en retiro, con mayores y mejores cualidades profesionales que, por un
sueldo bastante menor al que actualmente se ofrece en los puestos mencionados,
estarían dispuestos a trabajar por Chile.

Christian Slater
Escanilla.

Coronel (R) del
Ejército de Chile.

Otros
antecedentes:

RUT. 7.842.009-K