Chiloé: la independencia que llegó después

Señor Director:

En enero de 2026, Chile cumplirá doscientos años de independencia en uno de sus territorios más singulares.

No en Santiago.

No en Concepción.

En Chiloé.

Y no es casual que esta reflexión pueda escribirse —y leerse— desde Maipú.

Fue aquí donde, en abril de 1818, se selló militarmente la independencia de Chile con la derrota decisiva del ejército realista. La Batalla de Maipú no solo aseguró la victoria patriota: marcó el punto de quiebre definitivo del poder militar español en el territorio continental chileno. Sin embargo, ese cierre bélico dio origen, paradójicamente, a una prolongación del conflicto en el extremo sur del país.

Tras la derrota, las fuerzas realistas se dispersaron. Conviene ser precisos: no todas huyeron ni todas lograron escapar. Muchas se rindieron en el propio campo de batalla, otras fueron capturadas durante la retirada hacia el sur, y solo una parte consiguió evadir el cerco utilizando distintas vías de escape, entre ellas las rutas hacia el sur y hacia Valparaíso. Desde ese puerto, algunos contingentes lograron embarcarse, reforzando primero posiciones en Valdivia y, posteriormente, en Chiloé, donde el poder realista encontró su último y más persistente refugio.

Así, el cierre militar de la independencia en Maipú dio inicio al último capítulo de su prolongación. Durante casi ocho años, mientras la República se organizaba, legislaba y se pensaba a sí misma como nación independiente, el archipiélago de Chiloé permaneció fuera de ese proceso. No por descuido, ni por atraso, ni por ignorancia, sino por una historia, una identidad y una lealtad que el resto del país muchas veces prefirió no comprender.

Chile fue independiente sin Chiloé durante ocho años. Ese solo hecho obliga a mirar la historia con mayor honestidad y menos simplificaciones.

No es casual, además, que esa memoria permanezca viva en Maipú. Tras la victoria, y cumpliendo la promesa realizada en plena batalla, se levantó el Templo Votivo de Maipú, como expresión material de gratitud y memoria nacional a la Virgen del Carmen. En su torre principal funciona hoy un museo de sitio, desde cuyas ventanas aún es posible observar el campo donde se libró la batalla decisiva. A nivel del templo, el Museo del Carmen resguarda documentos, objetos y relatos que permiten comprender no solo lo ocurrido aquel día, sino también el clima político, militar y humano de toda una época fundacional.

Sería injusto atribuir la postergación de Chiloé a desidia o falta de voluntad política. En esos mismos años, Bernardo O’Higgins tenía una convicción estratégica clara: mientras el Virreinato del Perú siguiera en pie, la independencia de Chile —y de toda Sudamérica— estaría siempre amenazada. Chiloé era un problema serio, pero el Perú era el centro del poder realista.

Por eso, O’Higgins concentró sus esfuerzos políticos, económicos y navales en una empresa mayor: la Expedición Libertadora del Perú (1820), una de las obras estratégicas más audaces del proceso independentista sudamericano. Contra enormes dificultades internas, resistencias políticas y escasez de recursos, logró mantener su idea inicial: llevar la guerra al corazón del poder virreinal, en alianza con José de San Martín, y no limitarse a una independencia meramente formal o defensiva.

No es casual que, durante esa expedición, flameara una bandera hoy poco recordada pero profundamente simbólica: la bandera chilena con tres estrellas. No era la bandera oficial actual, sino un emblema histórico que representaba la unión de Chile, Argentina y Perú en una causa común. La independencia no se concebía como un proyecto aislado, sino como una empresa continental.

Desde esa perspectiva, la postergación de Chiloé no fue olvido, sino priorización estratégica. O’Higgins sabía que, una vez derrumbado el Virreinato del Perú, los enclaves realistas restantes —incluido Chiloé— quedarían inevitablemente aislados. Y así ocurrió.

La incorporación definitiva del archipiélago no fue inmediata ni improvisada. Hubo intentos fallidos, como el de Thomas Cochrane en 1820, y una primera expedición de Ramón Freire en 1824 que no logró consolidarse. Recién en enero de 1826, tras los combates de Pudeto y Bellavista, se cerró el último capítulo militar de la independencia en América. Y lo hizo de una manera poco habitual para la época: mediante un tratado.

El Tratado de Tantauco no significó una rendición humillante ni una ocupación brutal. Fue un acuerdo político y jurídico que incorporó el archipiélago a la República de Chile, reconociendo derechos y estableciendo un tránsito institucional. Chiloé no fue arrasado ni borrado: fue anexado.

Pero la singularidad de Chiloé no termina en su independencia tardía. El archipiélago ha sido, hasta hoy, uno de los espacios donde con mayor fuerza se han conservado tradiciones heredadas del mundo hispánico: en su cocina austera y profunda, en su religiosidad vivida como práctica comunitaria, en sus iglesias de madera, en la evangelización itinerante por mar y en su universo de mitos y relatos orales. No es folclor ni postal turística: es continuidad cultural.

Durante siglos, el mar fue frontera, protección y vínculo. Esa condición insular permitió a Chiloé conservar ritmos, costumbres y formas de vida que en el continente se transformaron con mayor rapidez. La insularidad no fue una desventaja cultural, sino un resguardo.

Ese equilibrio histórico entra hoy en una nueva etapa. La futura inauguración del Puente de Chacao no será solo una obra de ingeniería. Será un punto de inflexión histórico.

Por primera vez, Chiloé dejará de depender exclusivamente del mar para conectarse con Chile. Lo que antes cambiaba lentamente comenzará a hacerlo a la velocidad del continente. No desaparecerá la identidad chilota, pero sí cambiará la forma en que se transforma.

Previsto para ser inaugurado hacia fines de 2028 o conmemorativamente en 2029, el puente será algo más que una obra material.

Será un puente.

No una frontera.

Una estructura pensada para unir a los chilenos, no para separarlos.

A doscientos años de su incorporación a Chile, Chiloé no necesita ser reivindicado ni corregido. Necesita ser comprendido. Porque su independencia no fue tardía por error, sino distinta por naturaleza. Y porque entender esa diferencia dice tanto de Chiloé como del propio Chile.

 

Christian Slater E.




¿FELIZ AÑO NUEVO PARA 120 TRABAJADORES  A HONORARIOS?

El regalo anual a los trabajadores a honorarios municipales no se podía olvidar, se estima que este año 2026 serían 120 los “no recontratados” que quedarían excluidos de prestar sus funciones el 1º de enero en el municipio de Maipú.

No hay cifras oficiales, no se piden en las sesiones del concejo Municipal, quizás porque no es interesante y el alcalde solo ejerce sus facultades. Tampoco se escucha la voz de los gremios, cada vez más atomizados socialmente y parecen gremios apatronados ya que no dan a conocer las virtuales ”bajas” de trabajadores asociados o intergremiales.

El hecho es que se han visto desfiles de quienes prestaban servicios a honorarios desfilando en Recursos Humanos para su eventual notificación, aunque un despedido a contrata se habría preocupado de colocar en los contratos que una eventuales vinculación a los trabajadores a honorarios no necesariamente debe ser informada, por lo cual se espera que la listas de “no recontratados” se conozca solo el próximo año.

En Smapa suman seis los notificados, se agrega al listado un dirigente gremial recién reelecto que presta funciones en deportes, lo que le permite al municipio  de Maipúnuevamente descabezar el gremio de honorarios, lo que significa una clara intervención en la conformación de los directorios gremiales.

El hecho es que se está confirmando que se están haciendo cupos laborales para los que dejan cargos de Gobierno el 11 de marzo, con un duro costo a los trabajadores “nativos”.




EL MUNDO POLITICO ESTA EN DEUDA

Por Alejandra Bustamante.

Tradicionalmente cada fin de año el mundo político y social acostumbra a realizar una evaluación de lo ocurrido y tras mis análisis estimo que estás son algunas situaciones que merecen críticas positivas o negativas.

Lo malo del 2025 en Maipú sin duda que fue la proliferación de actos delictuales, muchos de esos casos desconocidos en Chile. La delincuencia esta desatada, se nota la falta de una política de seguridad ciudadana coherente y oportuna en los barrios.

En este tema los vecinos siempre están dispuestos a colaborar, pero falta creatividad y audacia en las autoridades comunales.

El descuido de áreas verdes, parques y plazas abandonadas empeoran el tema de seguridad y entregan un espacio a los delincuentes, situación que con un mínimo de criterio se pueden buscar soluciones que mejoren el entorno.

Lo mejor, según he visto y palpado son las iniciativas ciudadanas por exigir estándares mínimos de seguridad en los barrios.

También puedo destacar el crecimiento de emprendedores de todo tipo, lo que da cuenta del empuje de las personas por tener un mejor pasar con herramientas propias e iniciativas personales

A nivel nacional, considero que lo peor es la corrupción del sistema judicial, lo que ha dejado en evidencia el poder en las sombras que ejercen quienes debían velar por la justicia

El escándalo de las fundaciones devela la ausencia de un marco ético y valórico de un sector político que pregonaba una alta moral como lo es el F.A.

 

Sin embargo, siempre hay cosas que rescatar y creo que lo mejor de Chile se une en torno a grandes causas como Teletón.

Un caso especial y que debiera ser imitado es la labor anexa que está desarrollando Doroty Pérez en Contraloría, por fin el ente está ejerciendo facultades de control frente a una serie de malas prácticas como lo son el mal uso que se dio a las licencias médicas en el sector público y que perjudica notablemente a quienes si deben necesariamente hacer uso de su licencia.

MIS ESPERANZAS ESTAN PUESTAS EN CHILE

Que espero para el 2026, que Chile mejore en materia de seguridad y que podamos vivir tranquilos, que se combata en serio el crimen organizado y mafias a toda escala.

Un Chile que prospere y despegue del estancamiento económico de los últimos años es sin duda una esperanza que nos une sin distinciones.




 2025.UN AÑO COMPLEJO PARA ANALIZAR

Por Pedro  Alexi Aguirre M.

Finalizando el año, es difícil determinar cuáles fueron los acontecimientos negativos o positivos que ocurrieron a nivel local y nacional, no obstante haciendo una mirada rápida puedo mencionar lo siguiente:Lo bueno a nivel local:

TODO INDICA QUE LA MUNCIPALIDAD NO TENDRIA DEFICIT

1)      Independiente a que se pueda calificar de buena, regular o mala la administración comunal actual, es bueno que, siendo maipucino y ex funcionario de la Municipalidad, en el ambiente coloquial en el que uno transita ya no le  preguntan por eventuales irregularidades o déficit presupuestarios en el municipio, como en la administración de la ex alcaldesa,  un síntoma que hace pensar en finanzas sanas, aun cuando en muchos de los municipios existe déficit presupuestario, siendo en la mayoría de ellos abordables en un corto plazo, que creo es la situación de Maipú.

 

Lo malo

ACTOS DE CORRUPCION

2)      No es bueno que se produzcan actos de corrupción por parte de funcionarios/as  al interior del municipio como se ha conocido y difundido en los medios de comunicación nacional, relacionado con las unidades de Licencias de Conducir y Tesorería. Lamentable situación, sobre todo si los medios exacerban estas acciones  sin objetivar que, en el municipio de Maipú, trabajan más de tres mil funcionarios/as que laboran bajo el total concepto de probidad. Falencia en el Control que muchas veces, y es un reclamo constante de funcionarios/as, se pone el énfasis en el control de nimiedades que retrasan los procesos yendo al extremo de la burocracia y no en aquellos donde está en peligro la imagen del municipio y por consiguiente el de más de tres mil funcionarios/as .

 

Nacional: Lo bueno.

REFORMA PREVISIONAL

 

1)      En el mes de enero comienza a aplicarse parte de la reforma previsional, principalmente a entregar un bono mensual de 0,1 UF por año cotizado, con un tope de 25 años, es decir, 2,5 UF, pudiendo acceder las mujeres con al menos 10 años cotizados (continuos o discontinuos) y los hombres que tengan al menos 20 años de cotizaciones (continuos o discontinuos). Para los funcionarios públicos, cuya pensión es mínima y considerando que normalmente no tienen lagunas previsionales, es una muy buena noticia ya que muchos han cumplido más de 25 años, lo que podrán ver incrementado su pensión en cerca de 100 mil pesos mensuales.

 

Lo malo

NOS QUIEREN HACER CREER QUE LAS AFP ENTREGAN BUENAS PENSIONES

 

1)      Negándome a ver TV chilensis ya más de una década, me han informado que  quienes se oponían a cualquier reforma previsional, AFP, Empresarios y representantes políticos de empresarios, ahora aparecen en la TV explicando este beneficio, como si de ellos hubiese sido el proyecto, esto, claro está, con la confabulación de los medios de comunicación y aprovechándose que el estado chileno hace pasar estos beneficios a través de las AFP, al igual que la PGU, haciendo creer a muchos que es el sistema previsional bajo sus empresas el que otorga estos beneficios, en consecuencia que la suma de la PGU y el bono por años cotizados que entregará el estado chileno, en muchos casos será superior a  la pensión entregada por la AFP , y aun no quieren convencer que el SISTEMA ES BUENO.