Elecciones: Servel y BancoEstado firman convenio

Servel y BancoEstado firman convenio para facilitar la recaudación de aportes para partidos políticos

En la búsqueda permanente de innovar y actualizar los procesos, Servel firmó un acuerdo con BancoEstado con el fin disponibilizar canales de pago no presenciales, mediante la habilitación, implementación, operación y procesamiento de los pagos efectuados vía Internet mediante un botón de pago en el sitio web de Servel.

El convenio y nuevo sistema permitirá a los partidos políticos acceder a los servicios de recaudación prestados por la entidad bancaria, para así facilitar la recepción de aportes de personas naturales a través de dicha vía.

La plataforma tecnológica fue desarrollada e implementada por Servel, cumpliendo con toda la normativa vigente, especialmente lo establecido en la Ley Orgánica Constitucional de Partidos Políticos, incluyendo la implementación de controles adecuados para supervisar los aportes máximos, la prohibición de aportes de personas jurídicas y la verificación del origen de los aportes.

La capacitación a los partidos políticos se efectuará el 13 de marzo de 2025.




A 15 AÑOS DEL 27F: RESILIENCIA EN TIEMPOS DE CRISIS

Tras uno de los eventos más devastadores de la historia de Chile, es momento de reflexionar sobre el rol que han tenido los seguros en la resiliencia del país frente a desastres naturales y otras crisis.

El 27 de febrero de 2010, Chile vivió uno de los desastres naturales más devastadores de su historia. Con una magnitud de 8,8 en la escala de Richter y un posterior tsunami, el terremoto dejó un saldo de cientos de víctimas fatales, miles de damnificados y cuantiosas pérdidas materiales. Sin embargo, la respuesta del sector asegurador fue clave en la reconstrucción del país, permitiendo que miles de familias y empresas pudieran recuperarse en tiempo récord. A 15 años de aquella tragedia, es momento de reflexionar sobre el rol que han tenido los seguros en la resiliencia de Chile frente a desastres naturales y otras crisis.

Las aseguradoras pagaron más de USD $8 mil millones en indemnizaciones tras el terremoto de 2010, ayudando a miles de personas y negocios a mitigar las pérdidas y a retomar la normalidad. Esta rápida respuesta no sólo alivió a los asegurados, sino que también permitió que la economía del país pudiera recuperarse de manera más efectiva. La experiencia de aquel evento marcó un antes y un después en la percepción del seguro como una herramienta fundamental en la planificación del riesgo y la recuperación ante desastres.

“El terremoto de 2010 nos dejó muchas lecciones, pero una de las más importantes es la relevancia de contar con un seguro adecuado. Como corredores de seguros, nuestra labor ha sido educar y acompañar a las personas y empresas para que comprendan la importancia de proteger su patrimonio. La experiencia nos ha enseñado que un buen asesoramiento hace la diferencia en los momentos más difíciles.”, destaca Nicolás Williams, presidente de la Asociación Gremial de Corredores de Chile (ACOSEG).

El compromiso del sector no se ha limitado a los terremotos. Durante la pandemia de Covid-19, muchas aseguradoras decidieron no aplicar la exclusión de pandemia en las pólizas de salud, permitiendo a sus asegurados acceder a la cobertura médica en un momento crítico. Esta decisión ayudó a aliviar la presión sobre el sistema de salud pública y dio tranquilidad a miles de familias en uno de los períodos más difíciles de la historia reciente.

Incendios y cambio climático: nuevos desafíos para el sector asegurador

En los últimos años, el país ha enfrentado nuevos desastres de gran magnitud, como los incendios forestales en Valparaíso y, más recientemente, en la zona centro-sur del país. Estos eventos, cada vez más frecuentes, han generado pérdidas millonarias y han afectado a miles de chilenos. La industria aseguradora ha respondido con millones de dólares en indemnizaciones, permitiendo a los damnificados reconstruir sus vidas y sus bienes. Hoy, el seguro ya no es sólo un respaldo económico, sino un aliado esencial en la mitigación del impacto social y económico de estas tragedias.

“Desde nuestra experiencia, hemos visto cómo una respuesta rápida y eficiente puede marcar el rumbo de la recuperación tras un desastre. En 2010, el desafío fue enorme, pero el trabajo conjunto entre aseguradoras, corredores, liquidadores y asegurados permitió que las indemnizaciones llegaran en tiempo récord. Hoy seguimos enfrentando desafíos, como los incendios forestales y el cambio climático, y nuestra misión sigue siendo la misma: garantizar que quienes han sufrido pérdidas puedan recibir el apoyo necesario para salir adelante.”, señala Felipe Alonso, presidente de la Asociación de Liquidadores Oficiales de Seguros Independientes (ALOSI).

Este ejercicio de memoria nos debe llevar a preguntarnos si como país estamos mejor preparados para un siguiente evento importante, tanto desde la perspectiva privada como pública, y así,  poder enfrentar las consecuencias de este tipo siniestros de la mejor manera, logrando recuperar la normalidad en el plazo más corto posible.

Desde ACOSEG y ALOSI, señalaron que, por supuesto quedan desafíos pendientes para la Industria Aseguradora, como la incorporación de seguros inclusivos o lograr una mayor penetración de seguros en más sectores de la sociedad, para que el costo individual y social sea el menor posible, mitigando los efectos que causa un evento de grandes proporciones.

A 15 años de uno de los eventos naturales más devastadores de la historia de Chile, los corredores y liquidadores de Chile, como parte del sector asegurador, mantienen su compromiso con la resiliencia del país, adaptándose a nuevos desafíos y reforzando su papel como un pilar fundamental en la recuperación de Chile frente a desastres.

ACOSEG




ANIVERSARIO DEL 27F.

Señor Director:

A 15 años del terremoto y tsunami del 27 de febrero de 2010, la tragedia no solo dejó destrucción y muerte, sino también una profunda herida en la justicia chilena. Más de 150 personas murieron ahogadas porque el Estado, en vez de advertirlas del peligro, las dejó a merced del mar. La negligencia fue evidente: no hubo alerta de tsunami, no hubo evacuación efectiva, no hubo liderazgo ni coordinación.

El gobierno de la época, encabezado por Michelle Bachelet, junto con su Ministro del Interior, la ONEMI, el SHOA y otras autoridades responsables, falló estrepitosamente. Mientras la Armada tenía información sobre la inminencia del tsunami, un funcionario de la ONEMI en Dichato tranquilizaba a la población con un megáfono, asegurando que no había riesgo. Minutos después, el agua se llevó todo a su paso.

 

Las familias de las víctimas esperaron justicia, pero nunca llegó. En cambio, lo que sí ha llegado es la persecución implacable contra otros “agentes del Estado”: los exuniformados. A ellos no se les exige prueba alguna, basta con haber pertenecido a una unidad militar en determinado período para ser condenados a cadena perpetua. Se les encarcela con juicios basados en ficciones jurídicas y se les aplica un sistema judicial derogado en 2005, pero que sigue vigente solo para ellos.

 

Esta no es una afirmación antojadiza. Incluso el expresidente uruguayo José Mujica, exguerrillero, reconoció que en su país hubo acusaciones fraudulentas para incriminar a exmilitares. Lo que ocurre en Chile y Argentina sigue el mismo patrón: una persecución con fines políticos, disfrazada de justicia.

 

Si la justicia fuera realmente equitativa, los responsables del 27F estarían tras las rejas, condenados bajo los mismos criterios que hoy se aplican contra los exuniformados. Si se castiga sin pruebas a unos, que se haga lo mismo con los civiles que fallaron en su deber, o que no se haga con nadie.

 

El 27F no solo marcó una catástrofe natural, sino que también expuso la inconsistencia del sistema judicial chileno. Mientras algunos enfrentan juicios políticos, otros, con responsabilidad directa en la muerte de más de 150 personas, siguen libres e intocables.

 

Christian Slater Escanilla.

 

Coronel (R) del Ejército de Chile.