LA CAM Y EL SENADOR FRANCISCO HUENCHUMILLA.

Señor Director.

Me dirijo a usted con el propósito de expresar mi preocupación sobre las recientes declaraciones del senador Francisco Huenchumilla respecto a la Coordinadora Arauco-Malleco (CAM), a la cual describió como un grupo que ejerce “violencia política”, y no como una organización terrorista o de crimen organizado. Si bien el senador Huenchumilla, en términos técnicos, tiene razón al diferenciar entre crimen organizado y violencia política, es esencial que se clarifique lo que esto implica, particularmente en una región que ha sufrido las consecuencias de esa violencia.

En los años 2004 y 2005, cuando tuve el honor de desempeñarme como Comandante del Regimiento Tucapel en Temuco, compartí con Francisco Huenchumilla, entonces Alcalde de la ciudad, visiones muy similares respecto a la calidad humana y el amor por la tierra y la patria de los miles de mapuches de la región. Como él, creí firmemente en la importancia de reconocer la dignidad y el compromiso de los mapuches con su cultura y su entorno. Los propios soldados de ese regimiento, en su mayoría mapuches, eran un reflejo de esos valores, algo que está muy lejos de lo que hoy vemos en los grupos que, desarmados en su espíritu, someten a su propio pueblo mediante el miedo y el terror.

Es por eso que me causa profundo dolor y sorpresa lo que el senador ha manifestado recientemente. Este no es el Pancho Huenchumilla que yo conocí. Es innegable que la CAM, a lo largo de su existencia, ha recurrido a la violencia de manera premeditada y cruel. Un claro ejemplo de ello, entre muchos, es el planificado, cobarde, desproporcionado, cruel y sanguinario asesinato del matrimonio Luchsinger Mackay, dos ancianos indefensos, que fueron quemados vivos en su propia casa con el propósito de infundir terror, miedo y sometimiento en la población. Esto, más que “violencia política”, es terrorismo, y debe ser nombrado como tal.

Las palabras del senador Huenchumilla, en su calidad de copresidente de la Comisión de Paz y Entendimiento, no solo afectan la percepción de los hechos, sino que también pueden socavar los esfuerzos por encontrar una solución justa y duradera para la región de La Araucanía. La paz no se logrará si se minimizan actos tan brutales como los que han afectado a miles de personas en esa tierra que ambos hemos compartido y defendido. Por el bien de la Araucanía y las víctimas del terrorismo, espero que el senador corrija su comentario, ya que no refleja la gravedad de los actos cometidos por la CAM y el impacto devastador que estos han tenido en la región.

 

Atentamente,

 

Christian Slater Escanilla.

Coronel (R) del Ejército de Chile.




CANDIDATO A ALCALDE: Christian Vittori Muñoz

Hay que recuperar Maipú, lo dijo el Padre Raúl Feres, (ex Rector del Santuario Nacional, Templo Votivo de Maipú por tres décadas) en una reunión de homenaje al ex alcalde Herman Silva, palabra que hago mía al igual que la gran cantidad de maipucinos de toda la vida que me solicitaron asumir esta responsabilidad de liderar una comuna muy importante en el concierto nacional y que ha perdido en el último lustro no solo el timón, sino lo más apreciado para cimentar nuestro desarrollo: la identidad local.

Estaré con ustedes, sabemos lo que hay que hay que hacer, con recursos y sin recursos, siendo importante que esa situación no se resienta en la población, que no nos cabe duda la ha padecido, pagando el costo de errores en la conducción de un municipio que debe buscar el bienestar de más de 700 mil personas.

La educación y la salud, vista de sus diferentes canales de apoyo, debe afirmarse en el respeto social, pero para ello hay que profundizar en las olvidadas prácticas deportivas que entregan disciplina de vida, el apoyo a organizaciones sociales no solo en periodo electoral, que son las que dan a conocer las necesidades y las autoridades deben asumir como resolver las situaciones planteadas.

En la esperanza de que su familia reflexiones, sepa que la exigencia de una mejor calidad de vida siempre fue posible; con fiebre asiática a fines del siglo pasado, con temporales que tuvieron sus previsiones correspondientes y lo más importante: que cada persona fue respeta en sus posiciones afines o adversas a la gestión, ya que entre todos hacemos un Maipú Mejor.

Con su preferencia rescataremos Maipú.