Mon Laferte y Carlos Peña:

Señor Director.

Creo, que lo que afirma Carlos Peña, en su columna del diario “El Mercurio”, del domingo 24 de noviembre, tiene toda la razón. 

     Yo
pienso igual que él.
 Frente al informe de violación de los derechos humanos
presentados recientemente por Amnistía Internacional, concuerdo
plenamente —tal como lo afirma él— hubo
una intervención “sorprendente e inédita” de las Fuerzas Armadas
 (FAs)
quienes, en un comunicado conjunto, rechazaron dicho informe. 

     Más grave
aún
, y en eso también concuerdo con el Rector de la Universidad privada
Diego Portales, es que dicho comunicado haya sido visado por el
Ministro de Defensa Nacional. Pero mi análisis no es a la forma.

   No hacía falta que un
abogado, magister en sociología y doctor en filosofía, nos explicara con su
lenguaje, severamente académico, algo tan obvio y que el pueblo captó de
inmediato. Tampoco era necesario que, peyorativamente nos recordará —como
le sucede a miles o millones de ciudadanos— nuestra
carencia de un automóvil. Es cierto, somos muchos ciudadanos de a pie

     Con
respecto al fondo del problema, dejando de lado mis modestos títulos
académicos y actuales actividades patriotas, solo utilizaré la experiencia de
haber estado 40 años al servicio del Ejército de Chile, algo que él no tiene.
 Una
institución, donde día a día se vive con el pueblo. Donde un soldado puede
llegar a General y, un Dragoneante de la Escuela de Suboficiales, convertirse
en un Cadete de la Escuela Militar. Un lugar que desde los años 70 también es
una alternativa para las mujeres.

     Seré
muy breve, pero también muy realista. La gravedad de lo ocurrido pareciera ser
la expresión de malestar de las Fuerzas Armadas que, recurriendo a un legítimo
y responsable recurso, le dicen a Chile: ¡Basta! 

     A
Don Carlos, como le dice el Almirante Vergara y ex Comandante en Jefe de la
Armada, le recuerdo que las instituciones de las Fuerzas Armadas, de
Orden y Seguridad, sí están en manos de verdaderos líderes.
 Ellos,
pese a todas las dificultades para ejercer su misión, han actuado a la altura
de las circunstancias con la cabeza fría y guardándose su pasión frente a los
traicioneros ataques, no solo de la izquierda, sino también de la derecha light
y de los infaltables políticos que una vez más han salido a insultar y
desprestigiar a las instituciones, esas que —según
las encuestas— tienen
el mayor respaldo y aprobación ciudadana del país. A diferencia de
ellos, que no les alcanza ni para un 17% de aprobación ciudadana, las Fuerzas
Armadas, de Orden Seguridad, están por sobre el 50% de aprobación.

     También
le recuerdo al Rector de la Universidad Diego Portales, que las unidades que
actuaron bajo el mando de los Generales a cargo de las zonas en Estado
de Excepción, tuvieron un comportamiento ejemplar con la ciudadanía, pese a los
intentos de asalto a cuarteles militares, apedreamiento de viviendas fiscales,
los llamados a la insubordinación por parte del Senador Alejando Navarro y el
ataque permanente de un sector de la prensa y de las Redes Sociales.
 Soldados,
Suboficiales y Oficiales que supieron contener a las vandálicas turbas y,
durante las protestas pacíficas, utilizaron toda su astucia y experiencia en
Operaciones de Paz, para interactuar con los manifestantes alcanzando los
lógicos y acertados acuerdos de mantención del orden y respeto por la autoridad
militar. Un real ejemplo de dialogo y cercanía para los políticos y las
autoridades de gobierno.

     Pero,
mejor aún, no cayeron en la trampa de muchos periodistas que intentaron, partiendo
de premisas falsas o mal intencionadas
 indisponer
a la autoridad militar con la autoridad política, un irreparable daño, solo
para obtener, con falta de ética profesional, el preciado título que le exige
su editor. 
Un solo ejemplo, entre muchos:Un General
de Ejército, ante una capciosa pregunta de un periodista le aclaró a este que
el Ejército, y él en particular, no estaba en guerra con nadie. El que cometió
el error de decir semejante barbaridad, fue otro. Precisamente, no era militar.

     Creo
que Carlos Peña, se equivoca, no porque no tenga la capacidad de darse cuenta,
lo hace para recuperar el apoyo de los estudiantes que cada día lo critican más
por sus columnas de opinión y, que mejor para ello, atacar a las FAs.

     Es
cierto, fue una “sorprendente e inédita” reacción
 que, como
buena y necesaria válvula de escape, funcionó. Quizás Peña prefiere las
asonadas de cuartel y los ruidos de sables. Ahora, si con sus comentarios,
pretende sellar la olla a presión, ni Diego Portales se lo perdonará.

    Yo por mi parte
¡soy feliz! Y tampoco estoy en guerra con nadie. Feliz, por ver en lo
particular, a un Comandante en Jefe del Ejército, que sin “agarrar papa”, con
todo lo que llega a sus oídos, ha mantenido la calma, se ha ubicado a la cabeza
del Ejército de Chile y ha marcado el compás de su tropa. El resto, es música,
y con sus comentarios, el Rector Carlos Peña se pone al mismo nivel de la
cantante y descalificada activista Mon Laferte. 

    Estoy feliz,
porque una vez más las FAs, de Orden y Seguridad, rescataron la democracia, esa
que cada cierto tiempo, los apátridas, se encargan de destruir. 
Pero
ojo, esta democracia, a diferencia del año 1973, aún no sale de la UTI. Dios
quiera que los doctores que la están cuidando, no sean los ineptos políticos de
siempre. De ser así, la podemos perder y no creo, que el Hospital Militar esté
disponible para resucitar muertos.

Christian Slater
Escanilla. 

Coronel (R) de Ejército. 




APRUEBAN OLEODUCTO: GOBIERNO SIGUE SORDO Y NO ESCUCHA, NO RESPETA LA RAZON NI LA PROTESTA PACIFICA

Fue aprobada la Resolución de Impacto Ambiental para que pueda operar Sonacol (Sociedad Nacional de Oleoductos)   un segundo oleoducto entre la estación distribuidora ubicada en Maipú y el aeropuerto Arturo Merino Benítez ubicado en Puidahuel. Los argumentos empresariales se basan en la necesidad  de doblar el actual envió de gasolina para avión al aeropuerto, mientras que la comunidad  tiene el temor de la seguridad en el trazado del oleoducto, el cual pasa por lugares cercanos a viviendas y que en el futuro tendrá más construcciones cercanas, en al menos 6 barrios (de  21) que comprende el trazado por Maipú

Sin duda
que el gobierno sigue sin entender los argumentos ciudadanos, no escucha las protestas
pacíficas, tampoco los argumentos de la razón, dejando a la vista que solo
reacciona ante las protestas de “los indignados”, que buscan hacerse escuchar
mediante la destrucción del mobiliario urbano por cifras tan cuantiosas para el
erario nacional como  la ocurrida el
pasado 18 de octubre ,  el día de la
protesta de los indignados o el Día de la Dignidad, cuyo costo supera los 330
millones de dólares al erario nacional, sólo por la sordera del mundo político.

Este 25 de
octubre de 2019, es otra fecha que afecta el sector poniente de la comuna con
nuevos peligros de, esta vez de seguridad ante el eventual escape de
combustible o el mismo gas en los respiradores, que seguirán contaminado el ya enrarecido
aire de Maipú, basta con estar de noche en el sector de los alrededores  de la Vila Arturo Prat para sentir los olores
nauseabundos o la cercanía de la Villa General Baquedano,  sector de Olimpo norte.

Además,
este segundo oleoducto, tiene una profundidad fácil de ser permeable,
principalmente para las napas de aguas  subterráneas o ataques de sectores anarquistas,
el riesgo a miles de vidas humanas está latente.

El proceso
de evaluación ambiental de Sonacol ha sido altamente cuestionado por la
comunidad cercana al oleoducto y al menos dos veces  fue retirado el proyecto para realizar
algunas mejoras, aunque todo indica por la fecha propuesta para su evaluación que
se esperaba que la Comisión fuera más favorable en un momento de convulsión
interna luego del estallidos social del 18 de octubre.

Los secretarios
regionales metropolitanos  junto al
Intendente, todos cargos de confianza de Gobierno, conforman la Comisión de
Evaluación Ambiental; ellos  emitieron su
voto favorable para que este segundo oleoducto  aeropuerto Pudahuel pueda construirse, confirmando
 que el proyecto cumple con las normas de
seguridad y requisitos ambiental para su construcción.

Aseveran
que no todo está perdido, que aún falta la apelación de rigor, pero esa
unanimidad no deja espacio posible para revertir, a menos que la indignación civil
sobrepase la imposición.

Hace ya más
de 60 años que  el kerosene de alto
octanaje es trasladado desde Con Con, Quinta Región, por los altos de los
cerros de la cordillera de la costa para llegar al terminal de distribución en  Maipú por el poliducto que además transporta
bencina y petróleo,  pero sin duda es inexplicable
para el docto y el lego que desde Maipú se transporte mediante un segundo  oleoducto al aeropuerto Arturo Merino Benítez combustible
a los aviones, Kerosene de alto octanaje, para satisfacer un problema creciente
de combustible para  el despegue de
aviones por incremento de pasajeros a todo el país y el mundo.

Cabe hacer
notar que el proyecto pudo hacerse más directo a Pudahuel,  con un desvió cercano a la carretea, pero
condiciones económicas para las gran empresa que implicaba un nuevo terminal de
distribución, se construye  nuevamente a
costa de la seguridad de la población.

Podemos
señalar que la falta de grandeza y conducción política de la autoridad comunal
para hacer un bloque con sus menospreciados concejales, con los representantes
legales de la comunidad organizada que es el COSOC, con su desconexión con las
fuerzas vivas de la comuna – salvo sus incondicionales – pudo haber influido,
incluso los concejales del sector político a fin a la alcaldía y el Gobierno de
presidente Piñera;  pero independiente de
eso, la aprobación del  Gobierno de la Resolución
de Impacto Ambiental a través de sus seremis pasan a llevar la razón, la
seguridad de la población, por supuesto lejana 
a las vivienda de los seremis.

Maipú sigue
siendo el patio trasero de la capital convirtiéndola en riesgoso y aumentando la
zona de sacrificio, con un país que crece para el empresariado a costa de la
seguridad de la comunidad en forma casi indolente.